El CEO tiene una responsabilidad directa: “conectar” el mercado con la empresa. El marketing también, es el nexo entre la empresa y su mercado.
Criterios de elección del CEO
Conviene que el CEO sea escogido con criterios de meritocracia que incluyan la valoración de competencias como la visión de negocio, la delegación, gestión de relaciones, capital de contactos y, por supuesto, personalidad, actitud, estilo y, esencial, capacidad de liderazgo. Es preciso que cuente con un estilo de liderazgo flexible, adaptable a su equipo y a las circunstancias. Para elegir con acierto al CEO, DARTEN cuenta con un método único, la psicología facial.
Cualidades del CEO
Moderación y prudencia son cualidades esperadas en el máximo ejecutivo e igualmente en los aspirantes a CEO. El CEO competente es un profesional que aprende, sabe hacer preguntas adecuadas a sus colaboradores. Sabe ver, valorar y premiar a aquellos profesionales que le ayudan a ser mejor y que piensan no solo en su propio beneficio sino también, y lo más importante, en el de la empresa.
El CEO que contribuye con eficacia al posicionamiento y comercialización de los productos o servicios, cuida su buen nombre, su marca personal, de manera intuitiva o metódica, coherente y constante, y sobre tres grandes bases: 1. El autoconocimiento y el conocimiento de su percepción social. 2. El posicionamiento de la marca personal en coherencia con el posicionamiento de la marca de la empresa. 3. Gana visibilidad cuando se ha preparado para ella y es necesario obtenerla.
Lo dicho es válido igualmente para los aspirantes a CEO, cuya percepción en el mercado y en la empresa conviene que sea cuidada, así como para el resto de los profesionales o empleados, pues todos son “embajadores” de la empresa.
El CEO competente se rodea de consejeros que le ayudan a tomar decisiones acertadas. Tiene clarividencia estratégica, tiene claro el rumbo de la empresa. Se centra no solo en el corto plazo sino también en el medio y el largo; evita la dolencia de la “miopía del cortoplacismo”. Considera el corto plazo como una etapa del camino hacia la consecución de los objetivos a medio y largo plazos.
La reputación del CEO
La reputación del CEO no solo incide en gran parte del valor de mercado de la empresa sino también de su capacidad de ser atractiva para atraer y fidelizar talento.
Se estima que entre el 44 y el 48% de la reputación corporativa depende de la marca personal del CEO y, más concretamente, de su reputación.
La gestión de la marca personal del CEO
Por todo ello conviene gestionar con rigor la marca personal del CEO. La marca es, además de un activo reputacional, un activo financiero. El CEO, como figura principal de la empresa, puede contribuir a la diferenciación positiva de esta en el mercado. Este hecho es clave en un mercado donde el consumidor o el cliente tiene a su alcance muchas posibilidades de elección de productos o servicios.
¿Qué exposición mediática o en redes sociales conviene que el CEO tenga? La virtud suele estar en la mesura, en la moderación y la prudencia. Entre sobreexponerse o no tener nada, o casi nada de exposición existe un punto medio: tenerla relevante y en los momentos oportunos.
La gestión de la marca personal del CEO no debe ser un ejercicio para alimentar el egocentrismo o el narcisismo del CEO. Se trata de encontrar la mejor versión del CEO para que este sirva mejor a los demás, a sus colaboradores y grupos de interés.
Y aunque en algunos sectores la ética no está entre las cualidades más valoradas en el CEO, sí debe serlo, pues hay que ser un ejecutivo competente y una persona honrada.
“Por grande que sea el puesto, ha de mostrar que es mayor la persona” – Baltasar Gracián